miércoles, 16 de octubre de 2013

Y dale la burra al trigo.

Cuando pinocho decía mentiras le crecía la nariz. Qué pena que en la vida real no sea así, porque no sabéis lo que disfrutaría viendo humillada a esa gente que llena de pájaros las cabezas de algunos, además de crearles sensaciones movidas por hechos inciertos. Sensaciones y pensamientos que ponen a personas en contra. Todo por las mentiras. Si no queréis llamarlo mentiras, llamémoslo X. No documentarse, hablar más de la cuenta y antes de tiempo. Ese sentido común que tanto valoráis brilla por su ausencia, perdonad que os diga. El sentido común está en hablar con propiedad, el sentido común está en entender a los demás, pero sobre todo, el sentido común NO está en las mentiras.
Mentiras hay de muchos colores y  tamaños. Normalmente son fosforitas  y XL. Esas mentiras no son fáciles de tapar. ¡Pero hay gente que lo consigue oye! Con un simple “yo no he dicho eso” se le quitan los cargos, se lava las manos y se le declara inocente. Al otro lado quedan los perdedores, los que poco a poco se ganan su camino y los que por esas mentiras quedan desterrados y juzgados.

Solo voy a decir una cosa más. Si tanto lo apreciáis, dad un lavado a vuestros valores y redefinid esas dos grandes palabras: SENTIDO COMÚN. 

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