Cuando pinocho decía mentiras le crecía la nariz. Qué pena
que en la vida real no sea así, porque no sabéis lo que disfrutaría viendo humillada
a esa gente que llena de pájaros las cabezas de algunos, además de crearles
sensaciones movidas por hechos inciertos. Sensaciones y pensamientos que ponen
a personas en contra. Todo por las mentiras. Si no queréis llamarlo mentiras, llamémoslo
X. No documentarse, hablar más de la cuenta y antes de tiempo. Ese sentido
común que tanto valoráis brilla por su ausencia, perdonad que os diga. El
sentido común está en hablar con propiedad, el sentido común está en entender a
los demás, pero sobre todo, el sentido común NO está en las mentiras.
Mentiras hay de muchos colores y tamaños. Normalmente son fosforitas y XL. Esas mentiras no
son fáciles de tapar. ¡Pero hay gente que lo consigue oye! Con un
simple “yo no he dicho eso” se le quitan los cargos, se lava las manos y se le
declara inocente. Al otro lado quedan los perdedores, los que poco a poco se
ganan su camino y los que por esas mentiras quedan desterrados y juzgados.
Solo voy a decir una cosa más. Si tanto lo apreciáis, dad un
lavado a vuestros valores y redefinid esas dos grandes palabras: SENTIDO COMÚN.
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